la falta de información
Quienes me conocen o han estado en alguno de mis cursos sabe mi historia y mi periplo hasta descubrir mi vocación y trabajar realmente en lo que me gusta. No ha sido tan fácil descubrir mi vocación.
Me pasé el bachillerato tratando de sacar una buena nota para entrar a Medicina pero cuando la tuve (que me costó!) descubrí que no me gustaba. Entonces pensé en psicología, pero alguien supuestamente con el rol de orientador laboral me dijo que era «estar todo el día con gente amargada». Sí, descarté la psicologia por una única recomendacion y entonces decidí estudiar algo que tuviera salidas: Ciencias Económicas y Empresariales.
LAS CONSECUENCIAS
Tuve suerte, encontré trabajo a los cuatro días de acabar la carrera. Me contrataban como administrativo en un departamento de pagos, con el objetivo de ir paulatinamente cogiendo más funciones en el área administrativa. La cosa empezaba bien, el trabajo era «entretenido» y pronto pasé a ser fijo en la plantilla. Sin embargo, notaba que algo fallaba, tenía cieta sensacion de vacío, de que no terminaba de llenarme.
EL HECHO QUE LO CAMBIÓ TODO
Con el ánimo de seguir haciendo un curriculum me apunté a un curso de Gerente de PYME. Quiso el destino, la providencia o el factor suerte que la gestora de formación de la CEOE al no tener plaza me recomendara un curso de Gestión de Recursos Humanos. Me apunté y eso lo cambió todo: ahí conocí la psicología laboral, el factor humano en el trabajo y un montón de cosas más que me enamoraron. Acabé el curso encantado y decidido al siguiente objetivo formativo: PSICOLOGÍA, ahora que habia descubierto que había una rama (laboral o industiral) de la que cursaría asignaturas en tercero y cuarto.
Siempre recordaré el día que fui a la UNED a buscar el impreso de matrícula. Me llevó una amiga en su coche y se quedó asombrada de mi cara de «auténtica felicidad» al ver la guía del curso y sobre todo los contenidos de las asignaturas. Estaba totalmente enamorado, académicamente hablando.
ESTUDIAR PSICOLOGÍA EN LA UNED Y TRABAJAR
Como puedes imaginar no era fácil trabajar mañana y tarde y estudiar a la vez, pero la fuerza de la ilusión es brutal. Recuerdo irme por las noches dos o tres horas a la biblioteca de Naútica que en aquella época era de las pocas que abría de noche en Santa Cruz. Cambié de trabajo, luego fue más compatible, pero recuerdo estudiar casi a diario durante los cinco años que duró la carrera. Fue duro, ciertamente, pero recuerdo esa época con una especial nostalgia y cariño. Estoy convencido de que en esa época fui, sin saberlo entonces, absolutamente feliz.
LA HISTORIA POSTERIOR
El resto de la historia ya la sabes, un Máster de Recursos Humanos, formación herramientas como el Coaching y la PNL para tener recursos para acompañar a las personas el cambio y un sinfín de cursos de acreditacion docente (Máster del Profesorado, Formador de Formadores, etc.) porque sabía que la docencia era mi otro gran amor..
Desde hace 15-20 años trabajo en lo que realmente me gusta y eso me ha ahorrado el «efecto lunes» en mi vida. Soy consciente de que una de mis grandes suertes en la vida ha sido esa.
¿CONOCES TU VOCACION?
Mi historia me sensibilizó especialmente sobre el «drama» de no trabajar en tu vocación o lo que es peor, ni siquiera conocerla. Con el tiempo aprendí a perdonar a la persona que en en los años 90 me desaconsejó hacer psicológía porque era «estar todo el día con gente amargada». Al fin y al cabo lo hice luego con mayor madurez (unos 8 años después), más centrado y más estable.
Pero sé que mi historia no deja de ser un caso anómalo, una excepción, porque sé que a un gran número de personas les cuesta primero descubrir su vocación, y luego poder trabajar en ella.
Fue tanto el impacto que el tema de la vocación produjo en mí que me prometí ayudar a las personas a descubrir su vocación. Y creo que desde la psicología y el coaching se puede ayudar mucho, a descubrir esos intereses, esas capacidades y sobre todo esa ilusión. Siempre me gusta decir que trabajar en lo que te gusta es trabajar sin el reloj en la muñeca, sin sufrir el domingo por la noche porque mañana tienes que madrugar y trabajar. El trabajo lo ves como algo tan normal como el resto de cosas que haces al día.
DESCUBRE TU VOCACIÓN: UNA HERRAMIENTA DE AYUDA. EL TEST IPP-R.
En todo este proceso de ir trabajando en la vocación he encontrado ayuda en pruebas psicológicas y psicotécnicas como el IPP-R elaborado por TEA Ediciones. Es el test que más utilizo en mis sesiones de coaching y que ayuda verdaderamente al cliente a poner luz en el camino. Por supuesto, no es la verdad revelada, es un test y lo importante es valorarlo, interpretarlo y analizarlo con otras herramientas de acompañamiento como la entrevista en profundidad que nunca debe faltar.
Lo mejor es que ofrece lo que a mí me faltó al elegir Económicas y no Psicología: información, para luego aplicar pensamiento crítico, juicio y poder acertar ( a la primera) en una de esas decisiones en la vida que parecen no tener transcendencia pero al final lo cambia todo.
El test te ayuda a identificar tus intereses y motivaciones hacia 14 ámbitos profesionales (sanitario, comunicación, deporte, arte y espectáculos, científico, etc.). Una información valiosa e imprescindible si quieres orientar académicamente tu vida. El resultado de este test y una entrevista en profundidad puede darte la mejor de las herramientas: una brújula para que te orientes profesionalmente.
Si sientes necesidad por saber cuál es tu vocación, te puedo ayudar. Hablemos.
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